Intolerancia a la sacarosa: ¿Qué relación tiene con la dieta baja en FODMAPs?
8/11/24
✍🏼 Paula Bolivar
¿Qué es la intolerancia a la sacarosa?
Se trata de un trastorno digestivo causado por un metabolismo inadecuado de la sacarosa conocida como azúcar de mesa en nuestro intestino.
Esto es debido a la falta, o a la disfunción de la enzima sacarasa - isomaltasa, la cual se encarga de metabolizar la sacarosa en glucosa y fructosa, además del almidón.
La consecuencia de no haberlo podido digerir será la acumulación de este almidón y esta sacarosa en el colon. Se producirá una fermentación con las bacterias dando lugar a:
Síntomas gastrointestinales como gases, hinchazón y dolor abdominal
Diarrea
Malnutrición
Esta intolerancia puede ser adquirida, como resultado de enfermedades intestinales o infecciones que influyen en la capacidad del intestino para producir la enzima, o bien puede deberse a la presencia de variantes genéticas predisponentes.
¿ Qué pasa con los sucedáneos del azúcar ?
Nos podemos encontrar con muchos casos de pacientes que no toleran un tipo específico de azúcar pero que sin embargo no presenten ninguna reacción adversa a determinados sustitutos como pueden ser los siguientes edulcorantes:
Xilitol
Stevia
Sacarina
Aspartamo
Hay que tener en cuenta las implicaciones para la salud que pueden tener estos sustitutos, por lo que se habrá de valorar su recomendación en cada caso individual.
¿Por qué hay que tener en cuenta la forma en la que toleramos la sacarosa?
Existe una estrecha relación entre la mala tolerancia a la sacarosa y la disbiosis intestinal. En este sentido, puede influir en el grado de efectividad de una dieta baja en FODMAPs.
En el caso de la intolerancia a la sacarosa, se produce un aumento de esta en el intestino, siendo un sustrato para las bacterias del colon produciendo ácidos grasos de cadena corta y pudiendo causar un desequilibrio en la microbiota y un sobrecrecimiento bacteriano.
Es fundamental considerar la tolerancia a la sacarosa al diseñar una dieta baja en FODMAPs, ya que, aunque la sacarosa no se categoriza como FODMAP, en personas con intolerancia es esencial hacer ajustes específicos en el consumo de carbohidratos para también evitarla y/o reducirla.
Se recomienda llevar un control de los síntomas, así como considerar si el paciente podría beneficiarse de suplementos enzimáticos para la sacarasa o de terapias de apoyo para la microbiota intestinal.
¿Cómo interpreto los resultados que me ofrece la plataforma de N·GENE?
Mediante la técnica de genotipado, podemos analizar las variantes genéticas que influyen en el nivel de predisposición genética que presenta cada paciente a tener una mayor o menor actividad de la enzima sacarasa - isomaltasa. Se ha demostrado que los pacientes predispuestos a una menor actividad están también predispuestos a tener síndrome del intestino irritable.
En el caso de que muestre una predisposición a una actividad enzimática normal, pero presente sintomatología, se podría tratar de una intolerancia adquirida a raíz de otras enfermedades inflamatorias como el SIBO o de celiaquía. Estas suelen resultar en una disminución de enzimas en el organismo. En ese caso habrá que tener en cuenta la sacarosa a la hora de pautar una dieta u otra.
Si presenta una predisposición a tener una actividad enzimática normal y sin síntomas tras la ingesta de alimentos con azúcar de mesa añadida, tendrá una mejor respuesta a una dieta baja en FODMAPs en el caso de necesitarla en algún momento.
Otras formas de detectar esta intolerancia son:
Biopsia intestinal: técnica mucho más invasiva y con riesgo.
Control de orina
Suplemento enzimático