Genética y Consumo de Cafeína: Lo que los Profesionales de la Salud Deben Saber
3/10/24
✍🏼 Marta Alonso
La manera en que metabolizamos la cafeína está influenciada por nuestra genética. Por eso, algunas personas experimentan nerviosismo y dificultades para dormir con una pequeña dosis, mientras que otras pueden consumirla por la noche que no les quitará el sueño. Para poder aconsejar adecuadamente a los pacientes, es esencial entender cómo la genética influye en la respuesta del organismo a la cafeína. Antes de profundizar en esta relación, hablemos de aspectos básicos sobre la cafeína.
¿Qué es la Cafeína y Dónde se Encuentra?
La cafeína es un compuesto natural que actúa como un estimulante del sistema nervioso central, siendo ampliamente consumida en todo el mundo. Se encuentra principalmente en:
Café: La fuente más común y concentrada.
Té: Particularmente en el té negro, verde y blanco, aunque con menos cafeína que el café.
Bebidas energéticas: Que contienen dosis variables de cafeína, a menudo en combinación con otros estimulantes.
Refrescos: Algunas sodas, especialmente las colas, contienen cafeína.
Chocolate: Aunque en menor cantidad, los productos de cacao contienen cafeína, sobre todo el chocolate negro.
Suplementos y medicamentos: Algunos suplementos dietéticos y medicamentos para el dolor de cabeza o la migraña incluyen cafeína para mejorar la efectividad del tratamiento.
¿Cuál es el Consumo Habitual de Cafeína?
El consumo de cafeína varía ampliamente entre las personas, pero según estudios globales, el consumo promedio está entre 200 y 400 mg diarios, equivalente a aproximadamente dos a cuatro tazas de café. A niveles moderados, la cafeína tiene beneficios como mejorar la concentración, el estado de alerta y el rendimiento físico. Sin embargo, el consumo excesivo de cafeína (más de 400 mg por día) puede estar relacionado con efectos adversos como:
Aumento del nerviosismo
Insomnio
Aceleración del ritmo cardíaco
Problemas gastrointestinales
Variantes Genéticas y Cafeína: ¿Cómo Influye la Genética?
El metabolismo de la cafeína está determinado por la genética, en particular por el gen CYP1A2, que codifica una enzima hepática encargada de descomponer la cafeína. Dependiendo de las variantes genéticas presentes en este gen, una persona puede ser metabolizador rápido o metabolizador lento de la cafeína:
Metabolizadores rápidos: Procesan la cafeína de manera eficiente, lo que reduce el tiempo que permanece en el cuerpo. Para estos individuos, un consumo moderado de cafeína no representa un riesgo cardiovascular significativo.
Metabolizadores lentos: Procesan la cafeína más lentamente, lo que puede causar una acumulación en el cuerpo. Esto prolonga los efectos estimulantes sobre el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas, especialmente si el consumo de cafeína es elevado.