El Papel del Omega-3 en Nuestra Salud y Genes Implicados

20/9/24

✍🏼 Paula Bolivar

omega 3

¿Qué es el Omega-3 y cuál es su importancia en nuestro cuerpo?

El Omega-3 es un tipo de ácido graso poliinsaturado esencial, lo que significa que nuestro cuerpo no puede producirlo por sí mismo. Por eso, es crucial obtenerlo a través de la dieta o, si es necesario, mediante suplementos. Estos ácidos grasos juegan un papel clave en varias funciones vitales para la salud.

¿Para qué sirve el Omega-3?

El Omega-3 tiene múltiples funciones importantes en el cuerpo, que abarcan desde la salud celular hasta la cognitiva:

  • Salud celular: El Omega-3 forma parte de las membranas celulares, ayudando a controlar la permeabilidad de las células y la actividad enzimática que ocurre en ellas.

  • Salud ocular y cutánea: Es esencial para mantener la estructura y función de las células de la retina y la piel, protegiendo las membranas celulares.

  • Producción de eicosanoides: Junto con el Omega-6, participa en la producción de eicosanoides, moléculas que regulan procesos como la inflamación, la vasoconstricción, la respuesta inmune y el crecimiento celular.

  • Salud cardiovascular: Ayuda a regular los niveles de triglicéridos en sangre, siendo útil para prevenir y tratar la hipertrigliceridemia.

  • Salud cognitiva: El DHA, un tipo de Omega-3, es fundamental para la función cerebral, la memoria y el aprendizaje.

  • Mejora del rendimiento físico: Reduce el estrés oxidativo y la inflamación tras el ejercicio físico, ayudando a una mejor recuperación.

¿Cuáles son los tipos de Omega-3?

Existen varios tipos de Omega-3, y cada uno tiene funciones específicas:

  • ALA (Ácido Alfa Linolénico): Es el precursor de otros Omega-3 más activos como el EPA y el DHA. Se obtiene a través de la dieta.

  • EPA (Ácido Eicosapentaenoico): Participa en la respuesta antiinflamatoria y protege la salud cardiovascular.

  • DHA (Ácido Docosahexaenoico): Tiene una función neuroprotectora y ayuda a mantener niveles saludables de triglicéridos en sangre.

Es importante mantener un equilibrio entre Omega-3 y Omega-6 en la dieta. Un exceso de Omega-6 puede promover la inflamación y estar relacionado con enfermedades cardiovasculares, metabólicas e incluso neurodegenerativas, que son comunes en la población occidental.

¿Cuáles son las mejores fuentes de Omega-3?

Las mejores fuentes de Omega-3 son marinas, aunque también se encuentran en fuentes vegetales. La dosis diaria recomendada varía entre 500 y 1000 mg.

  • Pescado azul: Salmón, atún, caballa, sardina, melva.

  • Mariscos: Camarón, cangrejo, calamar, pulpo.

  • Aceites: Aceite de hígado de bacalao.

  • Semillas: Lino, chía y cáñamo.

  • Frutos secos: Nueces, almendras, nueces de macadamia.

  • Algas: Fuente de Omega-3 en dietas veganas y vegetarianas.

¿Cómo influyen las variantes genéticas en nuestros niveles de Omega-3?

El metabolismo del Omega-3 está estrechamente vinculado a los genes FADS1 y FADS2, que son responsables de transformar el Omega-3 en su forma activa para que el cuerpo pueda utilizarlo de manera eficiente. Variantes genéticas en estos genes pueden afectar hasta un 30% de los niveles de Omega-3 en sangre.

  • Mayor predisposición genética: Algunas personas tienen variantes que limitan la conversión del ALA en EPA y DHA, lo que puede resultar en niveles bajos de estos Omega-3 esenciales. En estos casos, puede ser recomendable consumir más fuentes de EPA y DHA y/o suplementación dirigida.

  • Menor predisposición: Otros pueden tener una capacidad más eficiente para procesar Omega-3, lo que les permite mantener niveles óptimos de estos ácidos grasos sin necesidad de consumir grandes cantidades.

Este conocimiento genético es esencial para personalizar la dieta y garantizar un equilibrio adecuado de ácidos grasos, optimizando así la salud cardiovascular, cognitiva y metabólica. Con N-GENE podrás conocer cuál es la predisposición de tu paciente a buenos niveles de Omega-3, y muchas más. Prueba esta nueva herramienta para tu consulta sin compromiso.